Veo el horario en que nos pasó a visitar por nuestra aula virtual el director Aldo Ruiz y no puedo dejar de pensar que no hay casualidades, 22:45hs.
Se podría decir que siempre fue nuestro horario, el de finalización de la jornada, pero también el horario del encuentro, de algún diálogo rápido pero afectivo, a veces hablando de algún tema académico, a veces hablando de nuestras familias, siempre sintiendo el orgullo del deber cumplido, de terminar una jornada más y sentir que dejamos todo en ese día, que nos “vaciamos” de explicaciones, saberes, procedimientos, sentir que dimos lo que teníamos para dar, no puedo dejar de pensar en
Susana Ferrero, en Monica De Lourdes Astore, Teresita Molina, en nuestra, siempre atenta y cordial,
Marina Perusini, en nuestro inmenso Adrian Tomatis, en Carlos Viviani y tantos, tantos, otros.
Me siento enormemente orgulloso de la institución a la que pertenezco, de los compañeros docentes que tengo y que he tenido, de los directivos que tuvimos y que tenemos.
Estamos viviendo momentos difíciles que día a día nos plantean muchos desafíos, pero estamos aquí dándole pelea, utilizando los recursos tecnológicos para lograr la tan necesaria y nombrada continuidad pedagógica.
Esto es el
Isp San Justo
