Este funcionario hizo entrega a don Mariano Cabal de las tierras ubicadas en el lugar denominado “Rincón de Avechuco” las cuales debían ser pobladas antes del 9 de Mayo de 1868. Eran tiempos en que los obreros de la primera hora roturaron la tierra y establecieron la comunidad, extendiéndose hasta 1871. Pero desde principios de la década del 70, la vida de la Colonia San Justo fue marcada por el abandono, las malas cosechas, las sequias, los ataques de los indios y la decreciente situación económica de Cabal. A causa de la muerte del soldado Justo Cabal, hijo de don Mariano, en unas correrías contra los indios, estas tierras fueron bautizadas por el mismo Iriondo con el nombre de “San Justo”, en homenaje al joven soldado.
Fue así como luego de un largo periodo de desamparo y soledad, en 1882, poco antes de finalizar su etapa como gobernador, Simón de Iriondo decidió reestructurar los cuadros administrativos del norte de la provincia. Cuando fallece el Dr. Iriondo, en 1883, queda a cargo del gobierno santafesino un pariente suyo, el canónigo Manuel Zavalla quien dicta una ley de tierras por la cuál se exoneraba de todo impuesto a la Colonia San Justo, disposición que la favorecía. Más tarde devuelve a San Justo su administración política, cuando el 24 de Marzo de 1884 decreta trasladar de Cayastacito a la Colonia San Justo la Sub Delegación de las colonias y campaña del Norte, recayendo el nombramiento de primer Juez de Paz de la Colonia San Justo en la persona de Francisco Rivero, el primero de diciembre de ese año. Se puede decir que a partir de 1882 San Justo conoció el resurgimiento, gracias al impulso colonizador que le brindara la familia Iriondo, nueva dueña de los terrenos. Resumiendo cronológicamente los hechos, se puede visualizar la marcha progresista de la colonia con diferentes creaciones de reparticiones públicas que marcaron su florecimiento, tales como: el Correo (1886), Receptoría de Rentas (1887), primera Comisión de Fomento creada el 21 de Julio de 1887, designándose como presidente a Don Fructuoso Romero, junto a don Ernesto Secchi que actuaba como secretario, y Don Patricio Guibert en su condición de Pte. Honorario; el ferrocarril (1888). En 1910 abrió sus puertas la Escuela Normal Mixta que comenzó a dictar sus clases en el edificio que ocupaba Escuela Graduada de la Pcia. dirigida por el señor José Von Oertel, edificio cedido en forma temporaria a la Nación. Habitó la Escuela Normal la casa de calle Cabal n-0 426, las mismas instalaciones que hasta poco tiempo antes fueran asiento del Coronel Francisco Romero Manzanares y su Guardia de Seguridad en 1884.-Al crearse el Dpto. San Justo el 31 de Diciembre de 1890, el nombrado militar aparece como el Primer Jefe de Policía.
En cuanto al otro ferrocarril, el Central Norte Argentino, nació como Empresa de Fomento porque atravesaba regiones desérticas. Desde su fundación fue Ferrocarril del Estado, su estación se habilitó en 1907 y fue librada al servicio público diez años después. En ese momento, el trén, factor de progreso y de comunicación, convirtió a San Justo en el punto neurálgico de su recorrido. A principio de los años 30, el distrito comunal sanjustino, que por esa época abarcaba casi 35.000 Has. y acusaba una población de 6.000 habitantes, era un pueblo progresista, cabecera del Dpto. con instituciones educativas, sociales, deportivas, entidades bancarias, servicio telefónico, luz eléctrica. En esos tiempos quedó inaugurado uno de los primeros caminos pavimentados de la Pcia.el que unía Santa Fe con San Justo, construido en dos tramos, con una longitud de 100 kilómetros, que luego se convertiría en un segmento de la actual Ruta Nacional Nº “Juan de Garay”.
El 24 de Septiembre de 1959, en coincidencia con la celebración del día de la Virgen de la Merced, Patrona de la localidad, San Justo fue declarada ciudad, acontecimiento de suma trascendencia para todo el Departamento. La nota triste asociada a esta ciudad trae en forma inmediata el recuerdo de la tragedia meteorológica ocurrida el miércoles 10 de Enero de 1973 cuando un violento tornado, poco antes de la hora 14, destruyó el sector denominado “Barrio Nuevo” cuyo eje pudo ubicárselo sobre el Bv. Roque Saenz Peña y a unos 100 metros de la Ruta 11. Abarcó un área de dos mil metros de largo por trescientos de ancho. Dejó un saldo de sesenta muertos, viviendas destruidas y un total de 1.500 familias damnificadas. San Justo quedó literalmente bajo escombros, y una vez más su comunidad debió superar otra catástrofe con espíritu de sacrificio, laboriosidad y Fe. SanJusto , “Portón del Norte Santafesino” vivió una noche sin luz, pero en cada corazón empezó a brillar la esperanza del amanecer.
BIBLIOGRAFíA:
García de Gomez, Raquel, San Justo
Su Historia – 1868-1988,
La Casa del Libro Editor, Santa Fe, 1989
Raquel García de Gomez Profesora en Historia
Fuente:
http://www.sanjusto.gov.ar