Fue en 1924 cuando la Fiesta del Libro se oficializó mediante un decreto y, finalmente, el 11 de junio de 1941, a través de una resolución ministerial, se decidió cambiar el nombre de la fecha por el que hoy conocemos: Día Nacional del Libro.
Cuando hablamos de libros, se nos vienen varias imágenes y palabras a la cabeza, tales como: lectura, sensaciones, olores, bibliotecas, librerías. En los últimos años también se han incorporado palabras emergentes, tales como: nuevas tecnologías, libros digitales, lectura en pantalla, tinta digital…
Con los avances científicos y tecnológicos, el libro ha adquirido otras formas de llegar a nosotros. Ha prescindido del papel y de los límites de la encuadernación para presentarse en otros formatos, portables y fáciles de almacenar.
Este suceso ha instalado un interrogante: ¿Desaparecerán los libros físicos para ser reemplazados por libros digitales? Esta pregunta genera muchas respuestas y puntos de vista. Sin embargo, casi todas coinciden en que el libro es un objeto. Pero no cualquier objeto, sino un objeto intelectual, portador de ideas, culturas e historias, y en ese sentido conserva la noble tarea de preservar y compartir el conocimiento humano. La misma tarea que le fue encomendada desde la Antigüedad a las tablas de arcilla, madera, papiros, pergaminos, códices y papel.
Han pasado más de 500 años desde la imprenta de Gutenberg y las nuevas tecnologías nos proponen un nuevo lenguaje corporal de lectura, sobre todo en la educación, de la mano de e-readers y tablets.
Los especialistas señalan que la potencialidad de estos nuevos formatos está dada por la capacidad de compartir. No exclusivamente el producto intelectual, sino compartir con otros anotaciones y opiniones sobre la lectura en forma amplia, inmediata y colectiva. Aquello que sucede en los márgenes de una hoja de papel, con fibrones y lápices dentro de las bibliotecas, hoy también se da de manera instantánea, dentro del universo de Internet.
La pregunta entonces ya no reside sobre qué formato es mejor o cuál reemplazará al otro, sino: ¿Qué es más importante: los libros o la lectura?
Es la lectura la que nos invita a compartir con otros. Aquella que unió a antiguas civilizaciones alrededor de las fogatas, la misma que nos conecta hoy en los más complejos foros científicos.
Es por esto que hoy, desde la Biblioteca del I.S.P. N°20, festejamos el Día Nacional del Libro en todas sus formas. Celebramos aquello que la lectura produce: el encuentro. Ya sea en las estanterías físicas de la Biblioteca como en los píxeles de una computadora, celebramos la lectura en este gran ecosistema de recursos. Festejamos este objeto tan complejo como valioso, portador y divulgador de conocimiento.
Informó: Leticia Perondini. Bibliotecaria.